¿Debo Abonar mis plantas en invierno?
Llega el invierno y el frío y nuestras plantas crecen a un ritmo mucho más lento, incluso perderán sus hojas para ahorrar energía en unas condiciones climatológicas que no les son favorables y por lo tanto necesitan aprovechar todos sus recursos.
Cada vez que las abonamos pretendemos que su ritmo de crecimiento sea mayor, crezcan más fuertes y procuramos que no les falten nutrientes. Pero, ¿debemos hacerlo también en invierno?.
Cuando abonamos nuestras plantas en invierno no lo hacemos con la intención de que crezcan, sino para que puedan seguir almacenando energía y alimento. Este almacenamiento de reservas es importante ya que de no tenerlas le costaría mucho más salir de la hibernación a la que se somete en invierno.
¿Qué abono utilizar?
Nos vamos a encontrar en el mercado con dos tipos de abono: los minerales ,que son aquellos que se extraen de la tierra (minas, volcanes, etc…) y los orgánicos, que se trata de materia orgánica sometida a un proceso de descomposición más o menos avanzado. Los abonos de tipo mineral son de eficacia casi inmediata, mientras que los orgánicos son de efectos más lentos.
Si nuestras plantas están adaptadas al clima lo más práctico es echar una capa de 2-5 cm de grosor de abono orgánico una vez al mes (estiércol, humus de lombriz, compost,…). Si por el contrario nuestras plantas no soportan el frío, lo más recomendable es echarles una cucharada de abono mineral alrededor, al menos, una vez al mes.
Abonar en invierno no es imprescindible pero sí muy recomendable, ya que así las plantas crecerán con mucha más fuerza en primavera y además, con la nueva gama de abonos de KIRIKO, tenerlas cuidadas todo el año es mucho más fácil.