Este extraño nombre, de grafía subversiva se remonta a otra historia familiar, el nacimiento de su hermano José, nacido el día de San Quírico, sobra decir que nunca se llamó así, pero el médico que le ayudó a llegar al mundo continuó llamándole así el resto de sus días. Así fue como, una vez en la carrera hacía la puesta en marcha de la Empresa , Dimas Sánchez, recordó al Santo, y cansado ya de buscar nombres que no estuvieran registrados, decidió cambiar la “c” por la “K” y cual sería su sorpresa cuando el registro le comunicó que aceptaban su propuesta como válida, nadie antes había pensado en Kiriko como nombre